En cierta comunidad de mi tierra se contaba la historia de La Mamá Sinchi Loca, recuerdo que la abuelita Polonía que era la matrona del pueblo, tenía la paciencia de contar sus largas y encantadoras historias, una de ellas es "La Mamá Sinchi Loca" y empieza así:
"En la comunidad de Infierno, que se encuentra a 25 kilómetros de la ciudad, vive la mamá sinchi loca, ella es una mamá muy particular, camina siempre con muchos regalos en su bolso, a todos los niños que se portan bien o mal les hace entrega de un presente, La Mamá Sinchi Loca, es muy querida, respetada y sobre todo obedecida en su comunidad, todas sus palabras son órdenas que se tienen que cumplir al pie de la letra por grandes y chicos, ella es una especia de juez, cura, policía, profesor, alcalde en fin ella es la mayor autoridad en su comunidad, "La Mamá Sinchi Loca" no necesita repetir dos veces sus órdenes, porque todo lo que dice es Ley y así se tiene que cumplir, en la comunidad de Infierno, sigue contando la abuelita Polonia, las leyes, las normas, los reglamentos, las ordenanzas lo dicta y lo dice "La Mamá Sinchi Loca" , en esa comunidad tiene que portarse de acuerdo a lo que la "La Mamá Sinchi Loca" disponga, es increible pero allí en Infierno nadie desobece a "La Mamá Sinchi Loca" , es tan particular y única que como les contaba ella camina llena de regalos en su bolsa que siempre lleva consigo, vive entregando regalos buenos y malos de acuerdo al proceder de cada persona, recuerdo dice la Abuelita Polonia, que un día el hijo de Mishaja llamado Manuelito se sacó un 20 en matemática y llegó muy contento a su casa a mostrar a su mamá la buena nota del colegio, como magia apareció "La Mamá Sinchi Loca" y lo premió en el acto al niño entregándole una hermosa calculadora que únicamente tenía sus cuatro operaciones básicas pero para Manuelito fué el mejor regalo de su vida, saltó tanto de alegría y le dijo a "La Mamá Sinchi Loca" : yo siempre te voy a obedecer porque tú eres la mejor del mundo, seré tu servidor por toda mi vida, "La Mamá Sinchi Loca" con lágrimas en el rostro le contestó: yo solo quiero que tú seas libre y serás libre cuando tengas una profesión para poder defenderte en éste mundo duro y cruel.
La abuelita Polonia, se queda callada por un rato para tomar aliento y continúa diciendo: cierto día llegó a la casa de Melo hermano de Mishaja, y encontró a Melo discutiendo con su mujer llamada Blanquita, Blanquita había sido agredida verbalmente por Melo su esposo y estaba ella llorando, entonces intervinó "La Mamá Sinchi Loca" y de inmediato le impuso el castigo y le dijo: por año todos los días madrugarás más de lo normal y le prepararás el desayuno a tu esposa e hijos y a ella le servirás en la cama, y dando ésta orden se despidió de la pareja dejándoles un presente en su mesa que era un par de tortolitos grabado a puño en un pedazo de topa; y así se cumplió la orden de "La Mamá Sinchi Loca" no solo por un año sino por siempre. Bueno "La Mamá Sinchi Loca" es más que un mito en su comunidad es una leyenda hecho realidad.
otro día les seguiré contando más mitos, leyendas y cuentos no solo de la comunidad de Infierno sino de muchas otras.
Nos estamos comunicando, hasta pronto, su amiga de siempre, Candela.
"En la comunidad de Infierno, que se encuentra a 25 kilómetros de la ciudad, vive la mamá sinchi loca, ella es una mamá muy particular, camina siempre con muchos regalos en su bolso, a todos los niños que se portan bien o mal les hace entrega de un presente, La Mamá Sinchi Loca, es muy querida, respetada y sobre todo obedecida en su comunidad, todas sus palabras son órdenas que se tienen que cumplir al pie de la letra por grandes y chicos, ella es una especia de juez, cura, policía, profesor, alcalde en fin ella es la mayor autoridad en su comunidad, "La Mamá Sinchi Loca" no necesita repetir dos veces sus órdenes, porque todo lo que dice es Ley y así se tiene que cumplir, en la comunidad de Infierno, sigue contando la abuelita Polonia, las leyes, las normas, los reglamentos, las ordenanzas lo dicta y lo dice "La Mamá Sinchi Loca" , en esa comunidad tiene que portarse de acuerdo a lo que la "La Mamá Sinchi Loca" disponga, es increible pero allí en Infierno nadie desobece a "La Mamá Sinchi Loca" , es tan particular y única que como les contaba ella camina llena de regalos en su bolsa que siempre lleva consigo, vive entregando regalos buenos y malos de acuerdo al proceder de cada persona, recuerdo dice la Abuelita Polonia, que un día el hijo de Mishaja llamado Manuelito se sacó un 20 en matemática y llegó muy contento a su casa a mostrar a su mamá la buena nota del colegio, como magia apareció "La Mamá Sinchi Loca" y lo premió en el acto al niño entregándole una hermosa calculadora que únicamente tenía sus cuatro operaciones básicas pero para Manuelito fué el mejor regalo de su vida, saltó tanto de alegría y le dijo a "La Mamá Sinchi Loca" : yo siempre te voy a obedecer porque tú eres la mejor del mundo, seré tu servidor por toda mi vida, "La Mamá Sinchi Loca" con lágrimas en el rostro le contestó: yo solo quiero que tú seas libre y serás libre cuando tengas una profesión para poder defenderte en éste mundo duro y cruel.
La abuelita Polonia, se queda callada por un rato para tomar aliento y continúa diciendo: cierto día llegó a la casa de Melo hermano de Mishaja, y encontró a Melo discutiendo con su mujer llamada Blanquita, Blanquita había sido agredida verbalmente por Melo su esposo y estaba ella llorando, entonces intervinó "La Mamá Sinchi Loca" y de inmediato le impuso el castigo y le dijo: por año todos los días madrugarás más de lo normal y le prepararás el desayuno a tu esposa e hijos y a ella le servirás en la cama, y dando ésta orden se despidió de la pareja dejándoles un presente en su mesa que era un par de tortolitos grabado a puño en un pedazo de topa; y así se cumplió la orden de "La Mamá Sinchi Loca" no solo por un año sino por siempre. Bueno "La Mamá Sinchi Loca" es más que un mito en su comunidad es una leyenda hecho realidad.
otro día les seguiré contando más mitos, leyendas y cuentos no solo de la comunidad de Infierno sino de muchas otras.
Nos estamos comunicando, hasta pronto, su amiga de siempre, Candela.
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