jueves, 7 de mayo de 2009

LAGRIMAS POR LA TARICAYITA

La presente historia, se trata de unos niños ente los siete y diez años, alumnos todos de una escuelita muy antigua de nuestro pueblo, cerca de 600 niños, muy entusiasmados y previamente preparados por sus maestros, un siete de diciembre más temprano que de costumbre llegaron a su colegio e inmediatmente después se alistaron para irse al día que se denominada "Liberación de las Taricayitas" , dic ha actividad estaba programada en el km. 7 de la carretera a Tambopata, es decir a siete kilómetros de la ciudad, todos en forma ordenada y con el cuidado correspondiente de sus maestros nos trasladamos a la parte final y el desemlace de ésta etapa.
En unas tinas de plástico aproximadamente 450 taricayitas de tres meses de vida de éstos animalitos tan pequeños e indefensos estaban todos listos sin saber que les iba a pasar, o que realmente era el siguiente paso.
Queridos amigos, estos animalitos que han vivido por casi seis meses dentro del colegio, es decir desde que fueron traidos en huevos y luego eclosionaron, vivieron entre las aulas, entre las miradas dulces de los niños, entre más de mil ojitos que lo acariaban y los cuidaban, entre sus palabras de amor, cariño y ternura de cada uno de los niños, es decir que día a día conforme los vieron crecer y empezar a dar sus primeros pasos estas taricayitas, se han ido ganado el corazón de todos los niños, al extremo que se convirtieron en parte de cada uno de los alumnos: cada mañana al igresar al colegio muchos de los niños corrian a los ambientes donde se encontraban nuestras Taricayitas, los niños iban a darle el buenos días, a saludarlos y a expresarles que eran bien queridos y apreciados por nuestros alumnos, cada pequeñin se preocupaba en llevarle algo de alimento, muchos niños inocentemente le llevan parte de sus refrigerios, galletitas, dulces, chocolates, platanilos, pancito, en fin todo lo que podía.
Nuestros amigos Taricayitas en los días que han vivido en nuestro colegio jamás les ha faltado alimentos, y sobre todo han vivido con mucho amor, cariño y ternura, es así que ningún animalito ha muerto en sus primeros meses de vida.
Aquí viene la parte más triste y dolorosa de la historia, resulta que cuando ya llegaba el momento de la liberación de las Taricayitas, con el dolor en el corazón, con las manitos temblorosas, con lágrimas en los ojos, uno a uno los niños empezaron a sacarlos de las tinas y ponerlos en la arena frente al río para que pudieran irse libres al agua, muchas Taricayitas dieron unos cuantos pasitos con dirección al rio, es decir muy decididas a su libertas, sin embargo, pareciera que fuera más fuerte su deseo de libertad con las lágrimas que los niños tenían en sus rostros y como si los llamarían a gritos se dieron la vuelta y regresaron más rápido de lo normal con dirección hacia los niños, es decir no querían irse, no querían ser libres, no querían alejarse de los niños, no querían vivir sin las mirada tierna y dulce de los niños, en ése grandes y chicos nos soltamos en llanto general, corrimos a recogerlos nuevamente en nuestras manos y acurrucarlos entre nuestros brazos, era un momento muy trágico porque ni ellas las Taricayitas ni nosotros maestros y alumnitos queríamos separarnos de ellos, en ése momento pensé: ¿porqué tenemos que dejarlos libres? tuvimos que tomar una decisión muy firme aunque dolorosa, y muy cariñosamente explicamos a nuestros alumnos que nuestros amigitos las Taricayitas debían ser libres en su medio ambiente y que siempre vendríamos a visitarlos; nos llevó un buen rato aceptar esa firme decisión, pero así fue, tuvimos que hablarte a las Taricayitas que ellas debían de vivir en su propio medio y que nosotros siempre la llevaremos en nuestros corazones.
Aprovecho la presente para dar un mensaje o llamado a nuestros hermanos que viven en las riberas de los rios, por favor no los coman, cuidenlas mucho porque alguna de ellas puede ser la que vivió y es parte de nuestro colegio y corazón personal de cada alumnito.
Hasta pronto, muchas gracias, su amiga de siempre Candela.