miércoles, 17 de junio de 2009

LA SIRENITA ENAMORADA II PARTE

Queridos amig@s como les contba "El Gato Herrera" que ya tenía ese entonces 19 año organizó un viaje con un grupo de amigos hacía La Curva del Gato que se encuentra a un día río arriba por el Tambopata desde Puerto Maldonado. Sus amigos se prepararon de cámaras fotográficas, filmadoras, largavistas, en fin todo el material necesario para traer evidencias de lo que comentaba con tanta vehemencia su amigo "El Gato Herrera".
Emprendieron viaje, éstos jóvenes llenos de muchas incógnitas, y sobre todo querían conocer aquella bella mujer que lo tenía tan cautivado a su amigo. Grande fue su sorpresa, de éstos siete amigos que había invitado el Gato Herrera, porque aquella Sirenita Enamorada, era muchísimo más bella que lo que comentaba el Gato Herrera, se quedaron boca abierta, se quedaron impactados por tanta belleza, sus ojos eran indescriptibles, su rostro era más bello que cualquier muñeca fabricada hasta hoy, su cabellera era color oro verdadero brillante, su tes un color claro pero suave a la vez y sobre todo tenía una voz muy dulce y encantadora al extremo que no pudieron hablar cuando la tuvieron entre sus ojos, todos se quedaron perplejos, de tanta belleza, todos se olvidaron del tiempo y del espacio, todos se quedaron encantados con cada palabra que aquella mujer les decía, sus ojos eran hechizadores, y, al extremo que cuando después de una larga conversación con la Sirenita Enamorada, llegó el momento de despedirse, de la forma más educada y correcta se despidió de cada uno de ellos y de su adorado Gatito con un dulce beso en sus mejillas. De repente, se introdujo en el agua del río y se desapareció, y, así bruscamente se despertaron del hechizo aquellos jóvenes, y ni uno solo, siquiera tomaron una sola foto, o filmaron algo, nada, absolutamente nada, no pudieron recoger ninguna evidencia de que habían conocido a la Sirenita Enamorada, se arrepentían de no haber podido recoger siquiera una sola evidencia física, sin embargo, en sus mentes, en sus recuerdos, en sus ojos, habían tenido el gran placer de conocer a la Sirenita Enamorada.
Entonces, se pueden imaginar, cuando retornaron aquellos siete amigos y El Gato Herrera, las demás personas y amistades, aún no creían de que realmente existía aquella Belleza de mujer, aquella Sirenita Enamorada; así transcurrieron los años, y "El Gato Herrera", seguía enamorado perdidamente enamorado, amor más grande que hasta hoy hemos podido conocer.
Así con el sueño de que muy pronto podría casarse con su Sirenita Enamorada, le pidió a su padre Don José que le cediera unas tierras para que trabajara e hiciera su casa para poder casarse con su adorada Sirenita, lo cual accedió el padre e incluso le ayudo en el sembrió de cultivos y en tres años "El Gato Herrera" logró hacer una hermosa hacienda en el margen izquierdo de la Comunidad de Baltimori, entonces se preparó para la Boda con su Sirenita y fue así qur corrió la noticia en su comunidad y en la localidad de Puerto Maldonado, que el Gato Herrera se iba a casar con la Sirenita.
El Gato Herrera, que ya lo tenía casí todo preparado, se fue un domingo a comunicarle a su Sirenita que ya tenía casi todo listo para la Boda, y que solo esperaba que le dijera el Sí, se fue tan entusiasmado y alegre que al llegar al lugar donde su adorada Sirenita, la encontró muy triste y con lágrimas en el rostro; entonces le preguntó: ¿qué te sucede mi adorada Sirenita? ella le respondió: "Amado Gatito, te amo más que a mi mismo, sueño el día de estar por siempre contigo, pero mi condición no me lo permite, perdoname, yo siempre te amaré", El Gato Herrera, no podía creer lo que oía, su corazón se rompía en mil pedazos, su vida se destrozaba, quería enloquecer, no comprendía porque su adorada Sirenita le decía esas palabras tan duras, y suavemente le suplico: "Amada Sirenita, tú sabes que yo también te amo, te amo como jamás algien podrá amar, te amo tanto, que yo ya he preparado todo para poder ser felices por siempre, no entiendo, no comprendo lo que tu me dices, si tu me amas, dime sí..." entonces la Bella Sirenita, se hecho entre sus brazos de su amado y sollozando le dijo: "Amor mío, no dudes de mi amor, yo solo soy tuya por siempre, siempre estaré aquí para amarte, pero no puedo irme de aquí, si tú me amas, no me lleves, porque si me llevas me muero, no me mates...", luego le dió un beso tierno y dulce y se sumergió en el agua.
El Gato Herrera, desconcertado y enloquecido, se lanzó al agua, tras su adorada Sirenita, queriendo reternarla, no pensó ni un segundo, pero cuando se dió cuenta, ya su adorada había desaparecido.
Considerando que "El Gato Herrera" era un gran nadador, nado, nado y nado hasta las profundidades del río, hasta lo mas profundo, pero no la enontró, sin embargo, no quizó darse por vencido, siguió buscándola, hasta que perdió el conocimiento en el agua y empezó a ahogarse, él recuerda que ya no tenía fuerzas para seguir nadando cuando de repente su amada Sirenita lo sacó del agua y lo dejó a orillas del río.
Esta historia continuará, muchísimas gracias, hasta pronto su amiga de siempre, Candela.

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