lunes, 16 de febrero de 2009

Mis Viajes Estrellados Hacia Argentina

Mi Primer Viaje

Esta pequeña historia es de un gran amigo, a quien he llegado a quererlo mucho y sobre todo apreciarlo por esas muestras de amistad que siempre me ha demostrado, se trata de Luis, o como sus familiares y amistrades lo llamamos "Lucho". Tal vez los hechos no sean tan exactos pero trataré de hacerlo lo mejor posible.

Recuerdo, que por los años mil novecientos setenta y ocho a mis diecisinueve años de edad, cuando ya había terminado mi quinto de secundaria, muy entusiasmado, lleno de energía, con muchas ilusiones de visitar y conocer el país vasko del Che, unos amigos míos, un primo hermano se encontraba estudiando la carrera de medicina, entonces me preparaba para enrumbar viaje hacia Argentina.

Con la influencia de mis padres, familiares y amigos y sobre todo con la firme decisión de estudiar la carrera de medicina, que dicho sea de paso desde muy niño me gustó sobre todo porque se trabaja con seres humanos es decir la vida de otra persona depende de uno, por lo tanto hay que ser muy cuidadosos y tener el máximo cuidado en los todos los aspectos. Entonces, como les sigo contando, muy decidido a seguir estudios de medicina humana, me preparé y mis padres hicieron grandes esfuerzose por cumplir mi sueño de ser un gran médico y sobre todo de estudiar en el extanjero.

Como todo provinciano, soñaba algún día estar por la gran ciudad de la capital (Lima) y estar atendiendo en unos de ésos grandes hospitales, o quien sabe estar atendiendo en el hospital de mi pueblo como el médico del pueblo, al servicio de mucha gente que lo necesita.

Así fué, hasta cierta parte, mis padres hicieron un gran esfuerzo para conseguirme la visa, los documentos, el pasaje y la bolsa de viaje y poder tomar el avión rumbo al país de Argentina.

En mi imaginación de joven provinciano pero sano, me imaginaba ése entonces que Argentina era los máximo en belleza, que era una ciudad maravillosa, con muchos edificios grandes y bonitos, que su gente es muy buena y sobre todo la Universidad donde yo iba a estudiar era la mejor del mundo de donde salían los mejores médicos.

Han pasado más de cuarenta años y aún guardo en mi memoria los bonitos pasajes que me comentaban de Argentina, de Buenos Aires, mi primo que se encontraba en ése entonces ya en Argentina, cuando conversábamos por teléfono me hablaba con tal alegria que parecía que se encontraba en el paraiso. Tal vez mi inocencia de provinciano, tal vez mis escasos dieciocho años, tal vez la poca oportunidad que había tenido de viajar, tal vez el deseo enorme de estar en Argentina, fué que hasta hoy sigo pensando que Argentina es el mejor lugar de América.

Como les seguía contando, después de seis meses de prepartivos, ajetreos y despedidas calurosas y melancólicas tomé el omnibus de mi tierra hasta hoy recuerdo "Chinchaysuyo" empresa de transporte que había pegado muchísimo por ése entonces por lo que brindaba garantias a los viajeros, en compañía de mi tío Eduardo hrmano de mi madre, el tío Eduardo había asumido la responsabilidad de embarcarme en el avión en la capital (Lima) y luego a través de él deberíamos recibir cualquier noticia.

Recuerdo que un jueves de mayo del año mil novecientos sesenta y ocho, cuando ese anocher como muy pocos se observaba en mi tierra natal que por cierto era la Costa Peruana, la noche se encontraba bien iluminada, estábamos de noche pero parecía que aún seguíamos de tarde, el firmamento del cielo se encontraba despejado, pareciera que San Pedro había preparado una angelical despedida al joven que viaja en rumbo de su futuro, como yo lo llamo hasta ahora "mis viajes estrellados hacia Argentina". en ambos rostros puede leer la tristeza que les embargaa y al mismo tiempo la esperanza que depositaban en mí su hijo querido en busca de su futuro.

Comparadas con las despedidas de éstos tiempos, las despedidas de aquellos tiempos son inigualables, a mi me fueron a despedir toda una carabana, a parte de mis padres, estaban mis siete hermanos, mis sobrinos, mis cuñados, mis cuñadas, mis tios, mis abuelos, mis amigos , mis compañeros de colegio, en fin hasta mis propios profesores, estaba viajando Luisito, el chico inquieto pero que quiere ser médico, era un gran reto y por lo tanto todos teníamos que ir a despedirlo para desearle muchos éxitos y que vuelva con su triunfo.

Entre llantos, abrazos y frases de buena ventura, subí al carro juntamente con mi querido tío que dicho sea de paso ya era un hombre de mundo, es decir conocía un poco más que todos nosotros. Recuerdo que desde la ventana de mi asiento porque me senté a la ventana, observaba el rostro de mi madre y mi padre que me decían: Cuídate hijito, vuelve pronto.

Ya colocados en nuestros asientos, con lágrimas entodo el rostro el carro empezó a caminar, dejaba mi bella ciudad, me iba en busca de algo grande Ser médico.

Continuará....mi llegada a Lima y mi viaje hacia Argentina....

Su amiga de siempre, Candela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario