martes, 10 de febrero de 2009

Ayudando por Instinto

Cierto día, cuando en mi colegio de mi tierra, se realizaba un festival de danzas, un día domingo del mes de noviembre del año 2008, todo el alumnado, los profesores, padres y madres de familias, entrenadores, músicos, animadores, maquilladores, encargados de las vestimentas, en fin todo el mundo se encontraba muy ocupados en lo suyo, sin embargo, mi persona que por cierto me considero una persona muy activa, siempre haciendo algo por los demás, ayudándo incluso donde no me llaman pero ahi estoy, ese día me encontraba un poco reprimida, como puedo decir un poco triste y sin casi actividad normal, caminaba de arriba para abajo como que buscaba algo pero no sabía que era, me llamaban para ayudarles pero tan rápido les ayudaba que necesita tiempo libre para mi, no quería comprometerme con nadie ni con nada, ese día estaba muy extraña, muy rara, muy diferente, ese día me encontraba en otra galaxia, sin embargo no dejaba de caminar, pasaba aula por aula, pasillo por pasillo, al estrado central, al patio mayor, menor y todos los demás espacios, pero yo buscaba algo, así paso casi cinco horas, y el espéctaculo estaba en pleno, las danzas estaban concursando por ganar todas, mi cámara fotográfica que siempre era la primera en tomar las mejores fotos estaba apagada, que será pero mi cuerpo, mi ser buscaba algo.

Fue entonces que después de caminar casí seis horas por todo el colegio sin rumbo ni destino, pero tampoco podía irme de mi amado colegio, a lo lejos en una de las canchitas pequeñas, que casi no se usan, detrás del arco de fúlbito, en una parte muy oscura se divisaba un pequeño bulto, aparentemente parecía una carpeta o una silla olvidada, pero mis pies me llevaron a ese lugar oscuro y abandonado automáticamente a pasos muy acelerados y el corazón empezó a latir apresuradamente como de querer avisarme que algo malo estaba pasando en esos instantes, no era tiempo que perder, ni un segundo para retrasarme, fue entonces que llegue al lugar y grande mi sorpresa cuando me encontre con Yovani, un jovencito de dieciseis años, alumno del quinto grado "A" del nivel secundario, sujetaba una botellita que aparentemente parecía de gaseosa, y estaba a punto de consumirla, él no se percató de mi llegada porque yo usaba unos zapatitos bien bajitos y la grama del paso no permitía ruido, fue por Instinto, sujeté su temblorosa mano del muchacho y le quite la botellita, a lo que él reaccionó, diciéndome: Profesora por favor déjeme consumir el veneno que he traído preparado de mi casa, es un veneno muy fuerte que mi padre lo ha comprado para matar a mi perro por enfermo y viejo, pero no necesitó usarlo porque mi perro se murió, déjeme continuar con mi destino.

Entonces me senté a su lado, observé su rostro, estaba bañado en lágrimas, y su cuerpo mojado en sudor, temblaba de pies a cabeza y repetía incesantemente: Yo ya no quiero vivir, yo ya no quiero vivir........ A todo ello, abrazé fuertemente al muchacho, le tome las manos y le dije, llora, llora todo lo que puedas, y cuando termines de lloran, hablaremos, es bueno que desfoges todo y si crees que es através del llanto, llora y juntos lloraremos, porque entiendo que lo que te esta pasando es algo muy duro y triste y toda la razón para llorar pero no para querer matarte, lloremos Yovani, lloremos hasta que sea necesario, fue así que me brotaron las lágrimas sin cesar, y no se cuanto tiempo paso porque cuando me dí cuenta todo el colegio estaba en tinieblas, alumbraban unos cuantos focos a lo lejos, pero los dos seguíamos sentados llorando juntos, hasta que fuímos calmándonos poco a poco.

Yovani, empezó a narrarme su historia entre sollosos y lágrimas, diciéndome: querida profesora quiero morirme porque el amor de mi vida se ha ido, hoy día a Japón y no sé cuando la volveré a ver, ella dice que regresará por mi en cuanto pueda, pero yo creo que estando tan lejos y otro país se olvidará de mi y se volverá a enamorar de otro muchacho, de mí se olvidará y pasaré a ser un recuerdo, ella tiene veinticuatro años y yo apenas empiezo a vivir, por eso quiero morirme, y por favor ayúdeme para mi no tiene sentido la vida.

Entonces, fué ahí que se me vino a la memoria una parte de mi vida, una parte muy parecida, a lo cual pase a relatarle, mira Yovani, yo también he pasado algo parecido a lo que tú estas pasando, recuerdo que cuando tenía veintidos años me enamoré por primera vez de un joven quien me juró amarme por sobre todas las cosas y así lo demostró, pero por azares de la vida cierto día nos tuvimos que alejarnos, él se fué a la capital por unas dolencias del estómago, se sometió como a tres operaciones, pero cuando se complicó su mal los familiares de él lo llevaron al extranjero, desde ahí nunca más lo he vuelto a ver, aunque si he recibo muchas misivas es decir cartas donde me pedía para reunirnos en Europa, pero yo una maestra que trabajo para vivir jamás he podido reunir para mis pasajes, pero jamásmle he aceptado su ayuda, así pasaron tres años y cuando yo ya no quería saber nada del amor, derrepente me volvía enamorar del padre de mis dos hermosos hijos, y no arrepiento de la decisión, aunque si te confieso que aún guardo la esperanza de volverlo a encontrar algún día y abrasarlo y decirle que él fué mi primer amor y que siempre lo seguirá siendo, pero que ahora soymuy feliz con la familia que he formado. Mira Yovani, cuando pensamos que el mundo se nos acaba derrepente se nos abre otras puertas y otras oportunidadades y es ahi cuando uno vuelve a vivir.

Muchacho, el mundo no se acaba, aprende a tomar con serenidad las cosas, y esto que te esta pasando es para enseñarte a crecer en la vida, es necesrio que aprendas a aceptar ciertas cosas díficiles y duras pero sobre todo es muy importante que te quieras a tí mismo , si no te quieres a tí mismo,. no podrás queres a otras personas, y si tu dices que quieres quitarte la vida estás demostrando que todavía no te quieres a ti mismo.

Reacciona muchacho, la vida continúa, y a tí te espera un hermoso futuro, estas terminando una etapa de tu vida y mañana empezarás otra etapa irás a la universidad a conseguir tu título y luego tendrás la satisfacción de ser un gran profesional y si algún día regresa tu amada Rosario como dices que se llama y si realmente te ama, seguirá amándote, nada, ni nadie le hará cambiar sus sentimientos por mas que pasen cien años, eso tenlo presente, podrán cambiar tus decisiones y tu rumbo de vida pero lo que tú y ella sientes si es verdadero será por siempre, y si no miráme a mi, yo sigo amando a mi primer amor y aún que ya han pasado más de veintisiete años abrigo la esperanza de volverlo a ver sus ojos y decirle lo que guardo para él. El amor es algo que nadie ni nada lo cambia cuando es verdadero.

Que alegría tan grande me dió que Yovani me prestará tanta atención a lo que yo le relataba y le comentaba, llegamos a bromearnos y a suponernos que sería de mi de aquí veinte años más cuando me encontraría con mi primer amor, con bastón en mano simulariamos correr para poder abrasarnos o simplemente empujaríamos nuestras sillas de ruedas para tocarnos las manos. Lo mismo suponimos de él cuando pasarán unos sesenta años él estaría todo desdientado y casí no se le entendería y a su Rosario que estaría toda obesa y viejita le diría yo te sigo esperando.

Así termina esta pequeña historia, nos levantamos y salimos para irnos a tomar unos refrescos, al despedirse Yovani, me dijo: Profesora le debo la vida, si usted se demoraba un segundo más ya hubiera tomado el veneno, ahora jamás pensaré en quitarme la vida, quiero vivir y nunca la olvidaré a usted y Rosario.

Otra vez muchísimas gracias por la paciencia de leerlo.

Su amiga de siempre. Candela

No hay comentarios:

Publicar un comentario